Seleccionamos el mejor Azafrán para garantizar siempre la máxima calidad. Sólo de una forma 100% natural podemos llegar a obtener el corazón de la flor del Azafrán. A mediados de octubre los tonos lilas embellecen los campos dedicados a la producción del Azafrán. Se trata de la primera señal que da lugar a una efímera cosecha que durante quince días nos ofrece este conocido «oro rojo». Las flores se recogen manualmente antes del mediodía y pasan a manos de las conocidas como “las mondadoras”, que son las personas que se ocupan de recoger el clavo de las rosas y abrir los cálices para extraer tres estambres.
Y así continúan, de tres en tres por flor, lo más rápido posible, para que ni uno sólo pierda su calidad. Estos procesos se siguen realizando de forma inalterable desde hace siglos con el objetivo de ayudar a que el azafrán no pierda su esencia. Realizada su recogida se continúa con el proceso del tostado donde cada estigma acentúa su aroma y se convierte en el producto que conocemos ya óptimo para su consumo. Un placer para los sentidos.
Símbolo del amor y la alegría, el Azafrán se caracteriza por sus propiedades aromáticas, suaves y muy agradables, un sabor inconfundible, dulce y amargo y propiedades cromáticas.
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